Buenas a todos los que siguen este blog, aqui os dejo un articulo publicado en varios medios de comunicación referente al patrón de este nuestro Club y que sigue haciendo historia en el mundo del ciclismo.
El record de Martínez Oliver; la flor de un seleccionador, por Luis Román Mendoza
No se dedicó mucho tiempo Juan Martínez Oliver a los velódromos como corredor. Fue en las postrimerías de su carrera –entre 1994 y 1997-, cuando ya había dejado sus mejores años en la ruta. Aun así, le dio tiempo a dejar muestra de su talla de rodador con sendos quintos puestos en la persecución individual y por equipos de los Juegos Olímpicos de Atlanta, el mejor resultado jamás logrado por un persecucionista español y solamente superado por los éxitos posteriores de Sergi Escobar.
No se dedicó mucho tiempo Juan Martínez Oliver a los velódromos como corredor. Fue en las postrimerías de su carrera –entre 1994 y 1997-, cuando ya había dejado sus mejores años en la ruta. Aun así, le dio tiempo a dejar muestra de su talla de rodador con sendos quintos puestos en la persecución individual y por equipos de los Juegos Olímpicos de Atlanta, el mejor resultado jamás logrado por un persecucionista español y solamente superado por los éxitos posteriores de Sergi Escobar.
Antes de este periplo, el almeriense había demostrado su clase en la carretera, pero sobre todo su fortuna, en especial en esa histórica crono de Santenay en el Tour de Francia de 1988. Y obviamente ganar una etapa en la ‘grande bouclé’ no es fácil. Pero si es luchando contra el crono, el éxito está al alcance de muy pocos. Incluso con la suerte como aliada.
Pues bien, esa buena estrella parece no haberle abandonado y en su regreso a la pista, esta vez como máximo responsable de la selección española –en directa conexión con el STRYC de Joan Llaneras- ha establecido una marca de la que muy pocos técnicos españoles podrán presumir jamás: lograr al menos una medalla en todas y cada una de las competiciones en las que ha tomado parte desde que accedió al cargo la pasada primavera. En menos de un año: plata de Tania Calvo en 500 metros, y bronce de Gloria Rodríguez, en puntuación, en el Mundial junior; Campeonato de Europa juvenil de 500 y bronce en keirin para la ciclista vasca, en un evento en el que el sub-23 Sebastián Mora lograba dos títulos, en el scrtach, sólo, y en la madison, junto a Airán Fernández; título europeo, esta vez absoluto, para Leire Olaberría en el omnium, con oro para la guipuzcoana en la primera Copa del Mundo, en Melbourne. Y finalmente, una plata y dos bronces para la ‘cuarteta’ de persecución –en las Copas del Mundo de Pekín, Cali y Manchester, respectivamente-, que le han llevado a conseguir la general final de esta disciplina. Y sin olvidarnos que el 4-03-308 de la final de ayer domingo es la segunda mejor marca española de todos los tiempos, solo superada por la obtenida en Atenas 2004.
Ahora queda lo más difícil, ratificarlo en el Mundial e ir pensando en Londres 2012, Y para Apeldoorn, dentro de apenas un mes, las perspectivas son bastante halagüeñas: Leire es una firme candidata a medallas y más aún cuando la presión de favorita debe recaer en la norteamericana Sarah Hammer, que correrá más vigilada dejando a la donostiarra menos marcada; el equipo de persecución ha dado muestras de una progresión interesante y más cuando cuenta con cinco corredores con posibilidades muy similares, lo que compensaría la probable ausencia de Eloy Teruel si el murciano es el elegido para el omnium, donde también puede acercarse a las medallas, como demostró en Melbourne y Cali. Para la ‘cuarteta’, la cuarta plaza se ve ahora como posible, aunque Gran Bretaña, Nueva Zelanda y Australia están claramente por encima.
En un nivel inferior, se observa también una positiva evolución en las pruebas femeninas, aunque muy lejos de la élite mundial: en este sentido, hay que recordar las palabras de Joan Llaneras que fija el horizonte de Río de Janeiro 2016. Tal sólo hay nubarrones en la velocidad masculina, aunque los detalles mostrados por Peralta nos animan bastante a todos. Y personalmente, todavía confío en una recuperación de Hodei Mazkiarán, y que confirme las condiciones que exhibió como junior a mediados de la década pasada. En el próximo Mundial, además, siempre puede surgir alguna revelación en las pruebas que han dejado de ser olímpicas y cuyo nivel competitivo ha descendido notable y desgraciadamente.
En fin, Juan, ojala sigas muchos años con esa flor –aquella que popularizó el mítico Miguel Muñoz en el Real Madrid- y que estos vientos de triunfos nos traigan tempestades de alegrías a corto y medio plazo, que la maltratada pista –por ese injustísimo cambio de disciplinas- se lo merece y necesita.
Publicado en: Luis Román Mendoza